Ficus macrophylla
UN JARDÍN BOTÁNICO EN MINIATURA

Árbol perennifolio, de gran corpulencia y copa densa y amplia. Puede desarrollar alturas importantes, de hasta 60 metros y desarrollar troncos muy gruesos. Hojas glabras, ovadas y coráceas, de unos 12 cm de longitud aproximadamente con peciolos de entre 10-15 cm de longitud. Sus hojas son de color verde oscuro en el haz, aunque de color verde claro y a veces marrón-amarillento en el envés. El higo no es un fruto como tal, sino una infrutescencia provocada por una inflorescencia en sicono, lo que quiere decir que sus flores crecen en una vaina cerrada en forma de pera que, al madurar cada una de estas, darán lugar a un pequeño fruto de tipo aquenio en esa vaina que, en su conjunto, forman el higo que todos conocemos.

Se puede observar como en su ficha aparecen dos distinciones en cuanto a su nombre: común y popular. Su nombre común es cómo este árbol es conocido más allá de este municipio. En cambio, su nombre popular es cómo los ciudadanos de Águilas conocen a estos árboles, por su relación histórica con ellos. Plantados en el año 1915, son más de cien años en las que generaciones de aguileños han podido observar como poco a poco han ido creciendo estos majestuosos árboles. En fotografías antiguas, curiosamente, pueden divisarse las dos Araucarias y quizás el actual pino canario, ya con dimensiones similares a las actuales, junto a unos jovencísimos Ficus macrophylla recién plantados en el año 1915.