La Plaza de España de Águilas, conocida popularmente como “La Glorieta”, es una plaza ajardinada de importante valor urbano, histórico, cultural, social y natural, que nace en la segunda mitad del Siglo XVIII como solar de concurrencia de la incipiente población aguileña.
Aunque sus primeros años de vida como lugar público vienen de aquella época, su historia sería mucho más antigua, pues estos terrenos servirían en época romana, entre los siglos I y v d.C, como el lugar ideal para un foro o plaza pública, como así indican los indicios en forma de hallazgos encontrados, como las termas romanas, en las inmediaciones de la Plaza de España.
Una vez refundada la localidad en el año 1766, tras los sucesivos despoblamientos acontecidos en siglos anteriores, bajo el reinado de Carlos III y con la ayuda inestimable de los Condes de Aranda y de Floridablanca, la actual Plaza de España iba a empezar a ser testigo de los devenires históricos del país. De esta forma, la Plaza Mayor (S.XVIII), Plaza de Isabel II (S.XIX), Plaza de la Constitución (S.XIX), Plaza de la República (S.XX) y, finalmente, Plaza de España (S.XX), son un ejemplo simbólico de cómo esta plaza fue adquiriendo diferentes denominaciones oficiales en función del periodo histórico en que se encontraba, siendo por tanto un fiel reflejo de los aconteceres históricos que sucedieron en España a lo largo de esos siglos, de alta inestabilidad y volatilidad social y política, hasta nuestros días, ya en plena Democracia.
Diferentes nombres oficiales a lo largo de los años con un denominador común: La Glorieta, nombre popular con el que siempre la ha conocido la población.
Así pues, aquel solar inicial de la segunda mitad del Siglo XVIII, iba a ir sufriendo una serie de cambios a lo largo de los años que, poco a poco, lo convertirían en el símbolo y espacio de gran belleza que es hoy día.
De esta forma, La Glorieta, empezaría a sufrir pequeñas reformas a partir de 1852, como por ejemplo fue la instalación de alumbrado público que haría de aquel solar inicial un enclave iluminado para la población.
Plaza Mayor (Actual Plaza de España) con alumbrado público en el año 1871 con la Iglesia de San José al fondo. Foto de José Rodrigo, año 1871. (Cortesía del Fondo Cultural Espín). Tarjetas Postales y Grabados de Águilas (Murcia) [1873-1955]. Pascual Jiménez Carrasco.
Más tarde, a finales de 1872, se llegaría a un acuerdo para dotar a la plaza de un jardín ante la necesidad de la creciente población de la época de contar con un espacio verde público de descanso y disfrute que mejorara el bienestar social. Aunque el acuerdo llegó a finales de 1872, es muy probable que el jardín viera la luz en 1874. Curiosamente, aquel jardín no se parecería en nada al actual, pues consistía en una serie de plantaciones lineales.
Forma originaria del Jardín de la Glorieta. Fecha comprendida entre los años 1872-1895.
Probablemente, entre los años 1893-1895, el jardín sería remodelado por completo, proporcionándole un aspecto más parecido al actual, con sus 8 calles, convergiendo en una escultura situada en el centro de una fuente en la que una serpiente muerde el cuello de un bello cisne, la Pava de la Balsa, nombre popular con el que se conoce al monumento, instalado en 1895 con motivo de adornar la plaza recién remodelada.
La Glorieta se remodela, adquiriendo la forma actual. Año 1893-1895.
Durante el Siglo XX se seguirían acometiendo reformas en la Glorieta, como la de su alumbrado, las calles de su jardín o la sustitución de algunas especies plantadas en este por otras principalmente. Sus 8 misteriosas calles, darían lugar a un jardín atravesado por 4 calles principales en forma de cruz.
La Glorieta en el año 1930. Se observa que el Jardín perdió sus calles diagonales configurando un nuevo diseño sostenido por 4 calles en forma de cruz. Se observan las 2 Araucarias y el Pino Canario.
La Glorieta en el año 1930. No hay atisbo de las calles diagonales. Se pueden observar, de forma clara, sus dos Araucarias y el Pino canario. También se observa que los Ficus elástica aún no habían sido plantados.
Posteriores remodelaciones devolvieron a la Glorieta sus 8 definitivas calles confluyendo en la Pava de la Balsa. Ya en los primeros años del siglo XXI, se la terminaría de dotar con su forma actual, con nuevas plantaciones y sobre todo con la peatonalización de tres de sus cuatro calles principales que la rodean, proporcionándole un marcado carácter transitable, que nos ofrece hoy en día de un espacio público donde conciliar descanso, ocio y naturaleza.
Vista aérea de la Plaza de España. Fotografía de Sebastián Jiménez (detalle).
Durante la remodelación de los años 1893-1895, las 8 calles, convergieron en una escultura situada en el centro de una fuente, en la que una serpiente muerde el cuello de un bello cisne, la Pava de la Balsa, nombre popular con el que se conoce al monumento, instalado en 1895 con motivo de adornar la plaza recién remodelada.
Sin embargo, el origen de este tan preciado monumento no está muy claro, pues en algunas ocasiones se especula con una escultura que, junto a la creación de las 8 calles del jardín convergiendo en el círculo que forma la fuente, encierra un mensaje oculto de las logias masónicas a las que por aquel entonces pertenecían algunos de los dirigentes políticos aguileños. La plaza vendría a representar la cuadratura del círculo, con sus 8 calles convergentes, como concepción geométrica del mundo, mientras que el monumento de la Pava de la Balsa estaría relacionado con la dualidad entre el conocimiento representado por el cisne y el conocimiento oculto representado por la serpiente, símbolo de lo exotérico y esotérico respectivamente.
De cualquier forma, lo que sí está claro es el profundo cariño que sienten los aguileños por “La Pava”, motivo también de tradiciones, como aquella en la que al dar comienzo una relación amorosa, los enamorados tocan el agua de la fuente tras un beso para dar así prosperidad a su relación.
La “Pava de la balsa” actualmente. Fotografía de Fernando Mula.
Muchos son los vestigios urbanos de los primeros años de existencia de esta plaza. Así, La Glorieta queda rodeada por una serie de edificios generalmente de principios del Siglo XX y otros del Siglo XIX, entre los que destacan por su valor histórico y singular la Iglesia de San José al Este, construcción que se llevó a cabo entre los años 1810 y 1853, y el Ayuntamiento al Oeste, de exótica fachada al palparse su estilo neomudéjar, construido entre 1889-1890 como residencia particular y que posteriormente se convertiría en la Casa Consistorial del pueblo. Un poco anterior a este es el antiguo edificio de la Falange, construido en 1883 y situado al Sur de la plaza. Es el primer edificio al terminar la Calle Rey Carlos III y dar comienzo la Plaza de España.
Fachada Neomudejar del Ayuntamiento Fotografía de Juan Hernández
Fachadas de la Plaza de España Fotografía de G. Navarro
Es de justicia hacer mención entre estas líneas a la Fuente del Oro, conocida popularmente entre los aguileños como “Fuente de los caños” por sus 6 caños de bronce con forma de cabeza de león, regalo del Rey Carlos III a la población de Águilas, que se situaba colindante a La Glorieta, al final de la actual Calle Sagasta, situándose en la entonces llamada Plaza del Caño. La fuente fue derruida total o parcialmente (se desconoce a día de hoy si se conservó algún elemento) en la segunda mitad del Siglo XX para construir en su lugar un centro telefónico automático del que carecía el municipio en aquella época y del que dicho solar reuniría las características oportunas para afrontar la obra.
La Fuente del Oro conectaba con un acueducto que cruzaba parte del actual núcleo urbano de Águilas y traía agua desde un manantial de Tébar, pedanía aguileña, hasta ella, donde la población emergente del Siglo XVIII se abastecía del agua que salía de sus 6 caños. Esta fuente, tan importante para la consolidación de la incipiente población, fue dedicada al pueblo aguileño y contaba con una inscripción, la cual rezaba:
A los moradores de Águilas.
A los Navegantes y Comerciantes pasajeros.
Dedica Beneficio Carlos III de Borbón Rey de España.
Repoblador de Este Puerto este Acueducto y Fuente
el Año 1787.
Fuente del Oro en el año 1910 (Fotógrafo anónimo. Instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña. Tarjetas Postales Y Grabados de Águilas (Murcia) [1873-1955]. Pascual Jiménez Carrasco.
Detalle de la Fuente del Oro
.
Fuente del Oro desde la puerta del Ayuntamiento en el año 1915. Se observa un jovencísimo Ficus macrophylla recién plantado al fondo de la plaza. En cambio, los Ficus elastica aún no habían sido plantados. Obsérvese el bonito alumbrado público de la plaza, que fue instalado en la Navidad de 1902.
Oficina de Turismo de Águilas - Web diseñada por Leovinci Consulting - Contenidos Gestionados por Oficina de Turismo